jueves, 6 de agosto de 2009

Para los amantes de Jude Law y la buena musica


Me gusta ir al cine por lo menos una vez cada 15 días, y veo películas desde la comodidad de mi cuarto casi todos los días, aunque no puedo considerarme una cinéfila, ya que lo mío es puro hobby sin pretensiones.
Por lo general, si no se trata de cine independiente, me fijo en el reparto para elegir la película que voy a ver, y de este modo, he descubierto que coincidentemente detesto todas las películas que he visto donde trabaja Jude Law. Me di cuenta no enseguida, sino como a la tercera película.
La que encabeza la lista y fue el inicio de la maldición Law, es Sleuth (la Huella). Me imaginé que sería buenísima porque salía este chico guapo con el excelente actor Michael Caine. El problema es que no salen más que ellos dos en toda la larga y aburrida película. Debe haber sido una ganga hacerla: solo dos actores y una sola localidad, la mansión del viejo Caine.
La segunda película fue Alfie. No podía ser mala con la maestra Susan Sarandon en el reparto y Law como su gigoló, pero de nuevo me aburrió. Sin embargo, aquí se inició mi otro descubrimiento: me encantan las bandas sonoras de sus películas. Recuerdo por encimita no mas algunas imagines de Alfie, pero me quedaron grabadas para siempre las voces de Mick Jagger, Dave Stewart y Joss Stone con sus gloriosas "Old Habits Die Hard", "Blind Leading The Blind", y todas las canciones en general.
La tercera fue Closer. Este elenco fue mejor: Clive Owen, Julia Roberts, Natalie Portman. Pero aunque ciertas escenas me abrían los ojos, lo único que me mantuvo conectada al principio y despierta al final fue la magistral “The Blower's Daugther” de Damien Rice. La cuarta y última fue My Blueberry Nights. Admito que fui sin ninguna expectativa por la película en sí, solo quería comprobar la maldición Law: pésimas películas, excelentes bandas sonoras.
Y de nuevo no me equivoqué, increíble la interpretación de Norah Jones con “The Story” y “Skipping Stone” de Amos Lee. Pero lo que realmente pagó los $13 de las entradas y el combo de Nachos Supremos con extra queso, fue “The Greatest” de Cat Power, y el destrampe que le pega un guapisísimo Jude Law a la Jones en el mesón de la dulcería…por un momento me trasladé al lugar, y era yo la que estaba con la cara embarrada de mi favorito, el cheescake de frutilla, esperando aquel beso de película, hasta que me desperté horrorizada cuando me acordé que mi pastelero sería Benito de Los Dulces de La Entrada.
En todo caso, seguiré buscando los filmes de Jude Law para deleitarme con la música y sus ojos azules, hasta que se acabe con la maldición ganando un Oscar a la mejor actuación, y de fondo suene la banda sonora con Delfín hasta El Fin.