Siempre he recordado el cumpleaños del Cucho, sin olvidarme sagradamente un solo año, todos los 24 de Enero… hasta hoy.
Y no me hubiera acordado nunca, sino hubiera recibido una llamada a las 4 de la tarde que sonó al otro lado del teléfono, tan bajita que apenas pude entender un rápido:
“llamaatupapáquehoyeselcumpleañossschao”.
Ay Dios! –pensé. Cómo pude olvidarme? Ahora qué hago llamándolo recién a esta hora?. Así que sin pensar mucho en la escusa me decidí a llamar a la casa.
Mi mami me sorprendió contestando con voz melodiosa, fingiendo que no sabía que era yo:
- ¿Alooooó?
- Hola mami
(gritando disque sorprendida) - Ay holaaa mijita, como estás?, a los años! (aunque nos vimos el domingo)
- Todo Bien, aquí llamando a saludar a mi papi por su cumpleaños… es que recién llego del colegio, osea no de matricularlas, sino de ver la lista de libros, osea, no la libreta porque eso es mañana, entonces se me hizo tarde y recién puedo llamar porque estaba descargado mi celular, y cuando llegué se había ido la luz en la casa y se descargó el teléfono inalámbrico, y entonces… Ay no sé, póngame a mi papi por favor!!
- Ah yaaa! Cucho! Cuchooo! Tu hija te llama
No escuché qué le preguntó, pero me imagino que algo así como: “Y por qué me llama recién ahorita?”, porque si escuché a mi mala actriz madre contestar: “ay no sé, es que no tenía teléfono o algo así, bueno contesta”
Entonces lo escuché de buen genio y comencé con esas vainas de “Que viva el quinceañero”, “Y cuántas primaveras es que son?” Como si no supiera que son 69. Así que me contestó: “Son 69, cada vez estoy más cerca del hueco”. Por suerte enseguida hizo uno de sus chistes, algo así como “Ya fui a regar mi terrenito en Parques de la Paz”. Y eso me recordó la absurda alegría de mi santa madre cuando me contó saltando en un pie: “Y fui pues a ver nuestro terrenito, la vista es linda, han arreglado divino el lugar, todo rodeado de plantitas y arbolitos y flores”. Me costó trabajo entender que no estaba hablando de algún terreno en la ruta del sol, sino del nicho que compraron en el Cementerio!! De nada sirve que le haga ver que ella no va a disfrutar ninguna vista ni ninguna plantita! Ella sigue feliz con la adquisición.
Y así fue como le prometí a mi papi que sembraría un arbolito de naranjas en su “terrenito”, para cada cumpleaños tomarme un Screwdriver en su honor con las naranjas llenas de su esencia. Mientras tanto, me esperan en su casa para comer la torta de manzana y nueces que mi mami le hizo con pasas porque no tenía nueces, y un vodka con jugo de naranja, por el momento y espero que por muchos años más, Natura nomás .
Así es esta “familia muy normal…. tararán….”
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