jueves, 25 de junio de 2009

Requiem por un amigo


Hace algunos años veía todos los días caminando por la playa a un señor que desde lejos se notaba que no era de por aquí. Medio calvo, super blanco y sonriente me saludaba alzando la mano.
Me contaron algunas historias de él. Gringo solitario más que soltero, medio artista medio loco. Compró la casa de la esquina y se encerró a escuchar el mar desde allí mientras encendía algo que no olía a cigarrillo. No debes acercarte, me decían, es extraño. De todas formas no me hubiera acercado, dos pitbull siempre lo acompañaban en sus paseos y alejaban a todo curioso.
Un día, no me acuerdo cómo ni por qué, nos invitó a su casa. No quise ir. Me negué rotundamente. Toño el curioso se moría de ganas de ir, y estaba decidido a hacerlo con o sin mí. Enseguida mi cabeza comenzó a divagar y me arme toda una historia que incluía sierras eléctricas y yo viuda joven criando sola a tres. Asi que me armé de valor, y un cuchillo de pan, y lo acompañé (en mi cabeza siempre tengo super poderes).
Cuando nos paramos frente a la casa, los perros se peleaban por ser el primero en comernos, así que buen pretexto para darme media vuelta y regresar por donde llegué. Cuando ya nos íbamos se asomó en el balcón nuestro anfitrión, y con un masticado español nos invitó a entrar. Los condenados perros a la orden del amo comenzaron a mover su minúscula cola, y a saltar tan alegres que el Firulais de los Rugrats se veía como un león hambriento.
Adentro de la casa me quedé impresionada. Era un espacio amplísimo, todo de madera, sin paredes, con cientos de adornos tan simples y sencillos pero tan bien cuidados y escogidos, que parecía una galería de arte moderno. Fue la única vez que entré en esa casa. Recuerdo claramente 4 piedras blancas perfectamente redondas en el piso de la entrada, y colocadas desde la más grande hasta la más pequeña (la más grande era enorme). El gringo me contó que las encontró, así en su estado natural, una por una en sus tantas caminatas por nuestras playas. Tenía también troncos de madera con formas raras y hermosas, lienzos con la técnica japonesa Gyotaku , que por cierto no tenía idea de lo que era hasta que él me lo explicó, y un cuadro que llamó mi atención porque pude sentir cierta energía mística con el. Luego me contó que él lo pintó en una época importante en su vida, nada más.
Entre conversación y conversación sacó del horno unas galletas que hizo, según nos dijo, con la receta secreta de su mamá. Las envolvió para que se las llevemos a nuestras hijas. Me dio miedo dárselas así que me las comí solita. Que vergüenza, no tenían nada malo.
Pasó el tiempo y las caminatas de mi nuevo amigo se hicieron muy esporádicas. Estaba muy enfermo y débil.
Un día me levanté a las 5:00 am asustada por unos gritos horribles. Era Marck que insultaba a todo pulmón y en inglés, al vecino que compartíamos. Unas horas después, había dibujado en una tabla gigante, una mano con el dedo de en medio levantado. Luego, entre disculpas hacia mi familia por el mal momento, me explicó que ya le había pedido al vecino que aleje de su ventana a los gallos que cantaban desde las 4:00 am. Le costaba muchísimo dormir, y cuando lo lograba, los gallos lo despertaban. El vecino, de malvado y enfermo, amarró los gallos directamente hacia la ventana del gringo, para que sigan con su atroz cántico.
Tuvimos meses de insultos entre lado y lado, hasta que un día Marck se cansó. Vendió su tan amada casa para no estar cerca del vecino loco y malvado que compartíamos.
Su salud empeoró. Creo que por no estar cerca del mar. Lo visité en su nuevo hogar algunas veces. Me enseñó fotos de unos 10 años atrás en las que se veía fuerte y musculoso. Allí descubrí que había sido un hombre de mar, pescador y aventurero. Y también me enteré de algo que no hubiera creído, tenía no más de 50 años… parecía un ancianito de 80.
Sospecho de algunas enfermedades que lo acompañaban, aunque nunca hablamos de eso.
Le perdí el rumbo cuando se cambió a otra casa más lejos del vecino pero más cerca del mar. Antes de irse, subió con dificultad los cuatro pisos de mi casa y se despidió. Llevaba en sus manos un regalo para mí: el cuadro. Me alegré y me sorprendí tanto. Me estaba dando con tanto cariño algo que sabía que me había gustado, y que significaba tanto para él.
Nos despedimos en ese momento. Prometí visitarlo en su nuevo hogar, y nunca lo hice.
Hace dos semanas murió. No me enteré sino hasta hace dos o tres días. Fue cremado, sus cenizas descansaron en el mar, y sobre ellas derramaron una cerveza ecuatoriana, todo como lo había pedido. No tenía familia, pero estuvieron algunos pocos amigos.
Tengo mucha pena de no haberlo visitado como lo prometí, y de no haber estado en su último adiós, pero me tranquiliza saber que ya no sufre. Ahora volvió a su mar, a sus aventuras, a sus caminatas en la playa y a encontrar sus tesoros. Yo tengo uno en mi sala y en mi corazón.

lunes, 22 de junio de 2009

Crepúsculo



Acabo de terminar de leer mi libro. Digo “mi libro” porque así me gusta decirle al que estoy leyendo en el momento, aunque sea prestado.
Se llama “Twilight” (Crepúsculo). Ya sé que hace rato salió la película y hay como 3 o 4 libros más de la saga, pero cayó en mis manos de casualidad cuando se lo prestaron a una de mis hijas, la cual no tenía la más mínima intención de leer sus 516 páginas, sin dibujitos, y encima en inglés. Asi que un poco por pena de verlo tirado agarrando polvo, y un poco por curiosidad, lo comencé a leer hace poco más de un mes y hoy lo terminé. Lo siento, tuve que leer más despacio, porque, repito, está en ingles.
Luego de leer algunas críticas nada favorables, me he puesto a pensar … no sé si me habrá traicionado el idioma y no lo entendí bien, o entusiasmada me reinventé al personaje vampiresco varonil y seductor, pero a mí el libro me encantó.
La verdad es que del 100% del libro entendí clarito el 70%, un 20% lo intuí, y al 10% restante simplemente no le paré bola. ¿Será por eso que me gustó tanto? Sigo sin ver la película, pero en el trailer salen unos personajes feisisísimos que nada que ver con el libro.
Según lo que leí, todos los miembros de la familia Cullen (los vampiros) eran espectacular y anormalmente hermosos. O sea que me imagino de papá a Brad Pitt, de mamá a Charlize Teron, y los hijos serían: David Beckham, Jude Law, Leonardo DiCaprio, Scarlett Johansson y Gisele Bündchen. Ese si es el elenco que todos esperaban, el que describe el libro.
Yo de la Stephenie Meyer los demando por no haber captado la idea. Mal hecho el casting, en algo tan importante no se debe escatimar en costos.
Ya voy a ver la película. Solo falta que los carrasos que me imagino terminen siendo un Fiat Uno y un mini Morris.
Si es así, seguiré leyendo nomas..y la próxima en francés a ver si termino escribiendo un best seller total.

miércoles, 17 de junio de 2009

Mi Feliz Cumpleaños


Hoy me desperté y ya tenía 37. Como pasa el tiempo!! Si parece que hasta ayer no más tenía 26 y entraba en esos lindos jeans.
Me paro frente al espejo y busco algún cambio notorio.
Peso más de las 115 libras que me gustan y que no hago nada por volver a tener. Mi 1,65 en plataformas está empezando a doler. Tengo 3 cicatrices: una en la frente y dos en el abdomen. Sigue estando en su sitio el hueco del piercing que me hice cuando era la Shakira ecuatoriana y me saqué cuando creía que estaba interfiriendo mis Chakras Mántricos. Mi tatuaje del dedo es hermoso, pero ya necesita un retoque. Se han detenido las canas. Parece que está dando resultado mi experimento de arrancarlas con la pinza de cejas apenas las veo venir... ojalá que no reaparezcan furiosas. La talla small no me reconoce, ha invadido mi segundo cajón la medium y una que otra large. Mi espalda se me parte cuando leo un capítulo entero acostada en la arena. Pienso en los ladrones y las culebras cuando me dan ganas de acampar. Mis hijas me enseñaron que Picnik es más fácil que Photobucket, y no necesito cuenta!!
Sí, hay cosas que han cambiado. Estoy creciendo. Lo mejor fue que:
Toñito me regaló el libro que quería. Ya aprendió cómo se llama mi escritor favorito. Patty me hizo mi torta favorita entre taladros, polvo y planas de pinocho. Cathy conoció mi faceta indecisa y mi aberración al rosado, y me sigue queriendo! Juandi me cantó un lindo Happy Birthday antes de irse al colegio. Todo el día recibí llamadas, mensajes y mucho cariño. Y definitivamente tengo más conocidos y menos amigos, pero los que han quedado son de los buenos!!

domingo, 14 de junio de 2009

el UP que pudo bajonearme


Es muy poco probable que una película me haga llorar. Peor si es de dibujitos animados.
Fui casi obligada a ver la película UP. No tenía ganas de verla porque la propaganda no me decía nada. Solo veía un viejito cascarrabias volando en su casa amarrada con globos de helio.
Pero tengo que confesarlo. Lloré más que con la canción que tocan en el funeral de Tom Hanks en Philadelphia.
Primero esa niña tan YO de chiquita: traviesa, machona, mandona, que cuando crece se casa con el amor de su vida. Pero se muere y lo deja solo y con el corazón partido!!! Primer llanto.
Luego, él sufre porque no pudo cumplir el sueño de ella de vivir en ese misterioso lugar, y para colmo, por una confusión que incluye SANGRE, se lo van a llevar a un asilo de ancianos. Segundo y profuso llanto.
Para rematar, cuando ya nos encariñamos con Kevin, el avechucho subnormal que resultó ser avechucha, se lo quiere comer una jauría de perros que incluyen los temidos rottweilers y doberman parlanchines, mientras el(a) tal Kevin lucha por alcanzar a su bebuchos. Tercer llanto.
Después, cuando se suponía que ya no deberíamos llorar porque habían escenas de acción tipo Air Force One, se le rompe en mil pedazos la alcancía donde ponían las moneditas para cumplir su sueño…y la foto de la esposa! Cuarto llanto.
Al final todo terminó con alegría y felicidad. Nacieron nuevas amistades, nuevas mascotas, nuevas actividades entretenidas entre un niño de 10 y un anciano de 80.
Nos dejó muy buenas lecciones la película. Salimos felices y amándonos más. Familia que llora unida, permanece unida.
Eso sí, mi rímel chorreado y Visina para Toñito y las Marías.

Como no ser feliz?


martes, 2 de junio de 2009

Salinas, una razón para vivir


Vivo en un pueblo llamado Salinas. Me encantó hace casi 11 años la idea de vivir aquí. Aunque fue difícil la búsqueda lo logré, y pronto estuvimos desayunando frente al mar. Así, luego de algunos cambios de departamento por fin pudimos comprarnos uno de donde, como siempre digo, solo saldré hecha cenizas, y espero que no sea pronto.
Pero que es lo que me gusta tanto de vivir aquí?... Amo despertarme y dormirme con el sonido del mar. Acostarme en mi hamaca y ver las gaviotas y otros pájaros - que no sé como se llaman- volar tan cerca que mi gata cree que puede cogerlos. Amo cualquier día de la semana poder acampar, ver artesanías en Montañita, comer arroz con camarones en Olón en la cabaña Lolita, recoger piedras con formas y colores raros en Las Núñez, comer tartaletas en La Entrada donde Benito, visitar a mi amiga Tania en Samai, que mis hijas puedan hacer los deberes en la playa de la FAE, intentar con ellas salvar tortugas varadas, ver a Toñito surfear, y que hayamos aprendido a cuidar y amar la naturaleza.
Cualquier prospecto de suicida encontraría aquí su razón de vivir.
Todo esto tendré pronto que sacrificarlo. Necesito salir corriendo de aquí.
Como dije antes, vivo en un pueblo. No hay un teatro, ni exposiciones, ni un conservatorio. En cambio hay bastantes discotecas y vida social en temporada. Pero sigue siendo un pueblo.
Y como todo pueblo, alguien tiene que ser el tema de la semana o del mes. Y cuando no hay de qué o quién hablar, se inventan una historia fantástica, y aunque se oye tan falsa y sin creatividad, se la creen. Esa es su razón de vivir.
Hay mucha mujer vaga y superficial, mucho marido infiel y alcohólico, muchos hijos silvestres y confundidos.
Muchos temas del mes harían sonrojar al Marqués de Sade: cachos entre mejores amigos, cruce de parejas, profesores abusivos, uno acusado de violación, una madre que se arrepintió de presentar cargos, madres que no le creen a sus hijos, hijos que no le creen a sus padres, un niño de 5 años que se salta el muro del colegio y llega a su casa con el primer carro que le dio el aventón, mujeres peninsulares que hablan como venezolanas, y club de fans que se quieren parecer a su líder pero no les sale y se ven más ordinarias. Todo mientras los maridos disfrutan la sencillez de la primera nativa que se les cruza por delante, porque sus esposas citadinas no tienen tiempo ni para conversar entre tanto café y ladies night.
Y ahora el tema de la semana que será la comidilla del pueblo es que mi familia “ tienen gripe porcina”.
Como madre y ciudadana responsable, al primer síntoma nos hicimos todos los exámenes,y ahora con los resultados negativos, puedo estar tranquila.
Pero eso no le importa al pueblo.
Bastó un vago (plenamente identificado) que con tiempo y odio de sobra, hiciera una llamada propagando el chisme más rápido que la peste, para que todo el pueblo nos mire con terror.
Pronto tendrá que haber algún recién nacido que no se parezca al padre para que cambie el tema del momento.
Así que mientras tanto, haré una ampliación al 700% del informe del Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical “Dr. Leopoldo Izquieta Perez” y lo pegaré en la cartelera del colegio y en cada poste mal parqueado que encuentre. Todo mientras le toso a la fuerza a cada tonto para que hablen con ganas.

lunes, 1 de junio de 2009

De como nos convertimos en porcinos


El miércoles al medio día la regresaron del colegio a la Cristi porque tenía 38 de fiebre.
Llegó a la casa y se acostó a ver icarly.
A la hora de costumbre se comió un plato de arroz con puré y pescado. Buena señal, mi abuela decía que enfermo que come no muere.
En la noche Toñito le preparó un omelette que no estuvo ni un minuto en el plato. Seguían las buenas señales.
Ayer en la mañana amaneció con dolor de garganta y de oído.
Todo eso mas el chisme que se corrió en el colegio sobre que un amigo con el que estuvimos hace poco tiene el virus de "la gripe porcina", y que recién llegamos de viaje en donde ya han habido algunos casos, hizo que nos enviaran, en contra de la voluntad de todos menos de la mía, al Hospital de Infectología en Guayaquil.
Primero fue la entrevista con la pediatra, y luego de decirle que estuvimos en Perú y con un amigo que tiene el virus la cosa se alteró.
La chequearon 3 médicos, y aunque no le encontraron NADA aparte de una otitis (de tanto mar) que seguramente fue la causa de la fiebre, la enviaron a tomarse muestras de sangre.
Asi que compañé a la Cristi a sacarse la sangre (tramite que no me agrada nada porque sufro de hematofóbia crónica ).
Hice la fila después de que sellaron con un número la orden, así como en el delicatessen.
Yo seguía según el número, pero adelante mío ya había más de 20 personas con sus órdenes sin sellar.
Cuando la enfermera Elvita abrió la puerta con su cara de matona a sueldo yo me puse primera con la orden SELLADA como bandera diciendo “A mí me toca”.
Ante el desconcierto y posterior reclamo airado del resto de la fila, la enfermera Elvita se me cargó, y a 5 cms. de mi mascarilla emitió un sonido salido desde el fondo de su frustrado cuerpo que sonó algo así como: “Yo pongo el orden aquí”.
Le contesté con un no menos macabro “Sí pero a mí me toca”, sin moverme ni un milímetro de la fila.
Luego de revisar cada orden y ver que nadie la había sellado, solo yo (jajajaJÁ), no le quedó otra que hacerme pasar, y yo no perdí la maravillosa oportunidad de decirle mil veces con un movimiento de hombros y cabeza típico de la niña peleona de 12 años que llevo dentro: “Le dije, ¡já!”.
En esta parte debo aclarar que no me dejó entrar, solo a la Cristi, aunque le dije que mi hija solo tenía 10 años y atravesé mi pie en la puerta y casi me lo fractura. Que picada Elvita la Brujita!!
Luego de media hora de espera tuvimos el resultado de sangre que dio NEGATIVO. Pero aún así, como el show ya estaba montado, incluyendo a todo el directorio del hospital con el subdirector y el director encabezándolo, insistieron en hacerle otra prueba que, según palabras de la Cristi, incluía un hisopo que “me lo metieron por la nariz hasta el cerebro”.
La peor parte llegó cuando con voz solemne a través de la mascarilla, el director del hospital nos dice que la Cristi y yo TENIAMOS que quedarnos en el hospital hasta que esté listo el resultado….en 2 o 3 días.
Toño y las bebes me miraron con ojos que resaltaban más con la mascarilla y clarito escuché en mi cerebro que me decían “Te dije que no tenemos nada, para qué nos hiciste venir… MALA”.

De algo sirvió ser nieta, hija y sobrina de médicos, así que unas cuantas llamadas convencieron a todos que: 1. Hace más de 10 días que estuvimos en Perú; 2. Ninguno de nosotros tiene NINGUN síntoma. 3. La fiebre del día anterior de la Cristi se dio por la otitis que tampoco es síntoma del virus; 4. El examen dio negativo; 5. No vivimos en Guayaquil y no llevamos nada para quedarnos; y 6. Aceptamos el encierro domiciliario.
Así que ciudadanía en general, estamos en casa hasta que el sábado tengamos los resultados.
Mis hijas siguen saltando, brincando, bailando y volviéndome loca, la diferencia es que ahora no es en 1.000 metros de playa sino en 120 de departamento.

Por poner la sotana al sol

Mi mami está en shock, ella y otra decena de septuagenarias de su grupo de los jueves.
Su amado padre Alberto ahora es el cura de mierda ese. La pobre no lo puede creer. Ella es un alma ingenua e impoluta de la década del 40.
Cuando Jimmy Swaggart, el famoso predicador del Club 700, fue pescado infraganti con damas de reconocida reputación (todos las reconocieron), a mi mami no le sorprendió. Siempre le vio cara de pervertido al cínico ése (palabras textuales).
Es que a más del sexto sentido que Goyita siempre ha tenido para todo lo que a Ella se le ocurra, pesa más que el hermano Swaggart no era católico, entonces puede esperarse cualquier cosa de alguien de esas seudo religiones paganas y alejadas de la única y verdadera (palabras textuales).
Luego Lugo, valga el juego de palabras. Aquí el sexto sentido no le saltó a Goyita por la religión, ya que Monseñor Lugo era hasta Obispo Emérito de San Pedro. El problema es que éste barbón desaliñado era candidato de izquierda, algo que raya en el pecado.
Nunca vio con buenos ojos nada que sonara al Ché. De nada sirvió que la llevara a ver “Diarios de Motocicleta”, ahora se la tiene jurada también a Gael García Bernal.
Todo puede ser, pero ¿el Padre Alberto????...este chico tan guapo, sobre todo, que toda madre sueña para su hija, claro si no fuera curita... Es que habla tan lindo!! No nos perdemos ni uno solo de sus programas!!... decían las amigas de Goyita.
Bueno, como buen católico y cristiano arrepentido ya pidió perdón, pero muchos no lo perdonarán ni en esta vida ni en la otra. Cada quien tendrá su piedra que tirar, y para algunos como Jaime Bayly lo que NUNCA le perdonará es que haya sido esa chica y no él con quien se revolcara en la playa.
Que le queda ahora al pobre Alberto? Se quedó sin parroquia, sin programa y sin admiradoras septuagenarias de los jueves por la tarde. Ojalá que no se le ocurra llamar a Bayly.

Nuestra Aventura en Baños, Tungurahua


Nuestro segundo día en Baños decidimos irnos a hacer rafting en los rápidos del río Pastaza, como estábamos con las niñas fuimos al nivel 3 que es apto para cardiacos e ideal para gritonas como yo.
A la hora acordada nos fue a ver al hotel un señor de unos 80 años en una furgoneta con la que posiblemente aprendió a manejar en su adolescencia… Me encantó el único parlante de la radio que a duras penas entraba en el asiento de atrás de lo gigantesco que era…
La primera parada fue en la oficina donde contratamos el paseo. Firmamos la última de algunas páginas donde alcancé a leer a lo rápido y en letras 0,8 algo así como: ..no es culpa.., lesiones.., robo.., muerte..., etc. Y antes de que me arrepienta ya me apuró la tribu para que firme.
Buehh, ya estábamos allí no les iba a aguar el viajecito.
Nos dieron a cada uno el equipo completo: wetsuit, casco, chaleco salvavidas, y unos Venus negros que les encantaron a mis hijas.. quién diría.
El pago era anticipado, pero luego de 10 minutos lo convencí al encargado de aceptar el 50%... no puedo evitar SIEMPRE regatear y NUNCA pagar por anticipado lo que no he recibido aún.
Y entramos a la furgoneta. El ancianito que nos llevaba, Don Guido, resultó ser de lo más simpático.
Salimos de la ciudad y comenzó la aventura por la carretera Baños-Puyo. Fueron 45 minutos de TERROR. Resulta que Don Guido fue por 40 años chofer de la Cooperativa de Buses Baños, nada diferente a las CLP. ¡¡Por Dios al viejito no había quien le levante el pie del acelerador!!.
Lo peor era preguntarle por donde íbamos o donde estaba el famoso volcán Tungurahua, porque sin reparo ni apuro despegaba los ojos del camino y se volteaba para señalar los lugares. Solo nuestros gritos, el pito de los carros contrarios o el filo del abismo lo hacían regresar a la vía. Luego nos pareció divertido y a propósito le preguntábamos cosas... mis hijas se pusieron los cascos por si acaso.
Por fin llegamos a una cabañita donde vivía un señor de unos 100 años muy sonriente y amable, aunque nunca le escuché la voz ni lo vi moverse...pensándolo bien no sé si estaba vivo.
Nos cambiamos de ropa y comenzó la travesía por el río. Fue lo mejor!! Increíble!!!. Don Guido nos tomó fotos que nos recordaran siempre lo increíble que se pasa con la familia!!!.
De regreso al hotel nuestro pintoresco chofer-fotógrafo-amigo nos hizo reír con lo mejor de su colección de chistes.
Ya estamos planeando otro viaje a Baños, y seguro que buscaremos de nuevo al gran Don Guido, eso sí, mejor manejo yo.

La Venganza del Payaso


No me acuerdo haber ido al circo cuando era chiquita… tal vez me traicione la memoria, no sé.
Me acuerdo en cambio que era fanática del circo español, ese que daban por la tele, con Milikito y su pareja, que según mi ñaño eran gays.
En todo caso, cuando ya crecí y pude ir por mis propios medios al circo, me divertí tanto pero tanto, que mi sueño era quedarme a vivir en uno. Lástima que no soy Estefania de Mónaco para hacer cualquier gracia que me festejen, así que pronto cambié de opinión.

El primer circo al que fui desde que vivo en Salinas promocionaba con bombos y platillos “a los famosos, a los mejores de Sudamérica: KILITO Y EL CHUPAHUESOS”, así que motivada por mi amor al circo arrastré a toda la tribu.

No puedo explicar como me divertí! Me reí sin parar, pero tanto, tanto, que la gente me miraba y pensaba que me habían contratado como parte del show para contagiar la risa.

Pero, como sucede hasta en las mejores familias, esta singular pareja al cabo algunos años de fama y dinero, se terminaron separando.

Los siguientes años fui fielmente a verlos por separado, primero iba a la carpa de Kilito, y luego volaba a la otra a ver al Chupahuesos. Y el ritual siguió así por mucho tiempo, riéndome hasta mas no poder.
Por cierto, he obviado una parte: siempre me sacan al escenario para ayudarlos a hacer cualquier payasada, desde bailar "y nos fuimos pa´bajo" hasta vendarme los ojos y hacer que le agarre la mano a un gigante de 2,20 mtrs., y yo con mis 1.60 en plataformas parecía una verdadera enana. Y yo feliz con la burla!!

Pero los siguientes años las cosas cambiaron. Fuimos a ver a Kilito, más gordo que cuando estaba ya bastante gordo, pero todo un empresario de saco y corbata!. Ya no actuaba, eso se lo dejó a sus hijos, él solo cobraba en la taquilla y ordenaba los ajustes en los actos. El show estuvo bien, pero no tanto. Me reí, pero no hasta las lágrimas…será que estoy creciendo??

Ayer le tocó hacernos reír al Chupahuesos. Como siempre, estuvimos en primera fila esperando el gran momento. Salió mi tan esperado payaso tan simpático como siempre, y yo con una emoción peor que enamorada.

No sé si la magia se acabó cuando lo reconocí o con el primer chiste patán. Primero lo primero: detrás del maquillaje, la nariz y la peluca, había alguien que se me hacía conocido, y no era el hecho de haberlo visto 15 veces en mi vida, porque juro que veo a Tico Tico en la calle sin maquillaje y no tengo ni idea.
Me dí cuenta en el instante en que el Chupahuesos se sacó la nariz para cantar imitando a uno de los Fernández:  Era el boletero! ese que 1 hora antes había puteado por quererme cobrar el triple que a los demás….me quería morir!! Ya mi Chupahuesos nunca sería el mismo, ni yo tampoco….no tuve mis minutos para hacer reír al público porque no me sacó al escenario por mas que me paraba en la silla alzando la mano, ni siquiera me sonrió….lo había puteado!!!

Su desquite fue coger a cargo a mi amado Toñito después de vestirse como Laura en América, durante todo el show, y entre carcajadas del público decir que cuando no estoy, ellos dos se divierten poniéndome los cachos, y así chiste va chiste viene, me quedé como la cachuda de oro de la noche... eso no me hizo la mínima gracia, los cachos nunca son un chiste.

Salí un poco decepcionada y bastante cansada, era casi la 1 de la mañana… volveré? Creo que no…se le pasó la mano con la guasada , y viéndolo bien, sin maquillaje me da miedo.

Esos Inigualables Vecinos que tengo


El creador de Desperate Housewives tiene mucho éxito entregándonos este culebrón tan divertido lleno de vecinos raros, psicópatas, infieles, asesinos, alcoholicos, etc. etc.
Quienes somos fieles seguidores de la serie esperamos con ansias la quinta temporada para divertirnos un poco con estas exageraciones….dije exageraciones??... Seamos sinceros, quien es un vecino normal?? Creemos que nosotros, pero pregúntale a tu vecino a ver qué opina.
Reporte del día: 7 am, un borracho trigueño, delgado, camisa a cuadros, tirado en la mitad de la calle. Creímos que estaba muerto, pero luego de pisar el acelerador en su oído nos dimos cuenta de que solo estaba chuchaqui.
No sé si fue por obra y gracia de un buen samaritano - ninguno de mi tribu- o solito atinó a caerse justo sobre una camita de hojas secas en el camino que va a mi casa, bajo la sombra de arboles tan gigantes que me tapan del sol del medio día.
El borrachín se quedó así hasta que a las 20H30 desapareció, no sé si despertado por el orine de algún mono, el picotazo de alguna gallina de guinea, el gruñido del manso gran danés scooby reclamando su territorio, o la escoba de la mujer, en caso que tuviera....
Bueno, la verdad es que estoy bastante acostumbrada a estas escenas pintorescas. Una bastante interesante fue la que nos hizo vivir mi vecino Jeff, el gringo loco sesentón.
Toda la semana estuvimos levantándonos a las 5:30 am con lo mejor de su colección en acetato de rock clásico...maestro.
Estaba tan bacán la musiquita, soy sincera, que no me atreví a pedirle que le baje el volumen, al fin y al cabo estaba mucho mejor que la música de mis pobres vecinos del otro lado que solo escuchan bachatas, chicheras y esas cosas corta venas.
Todo iba viento en popa, educando a mi tribu acerca de los clásicos del rock, hasta que mi otro vecino que no es gringo pero que esta tan o más loco, fue con un patrullero a hacerlo callar.
Entre fucks y mierdas, el uno acusando al otro de cocainómano y heroinómano, se fue la cultura musical pal carajo.
Cuando se fue el patrullero, una vez más sin solucionar nada (como Maritere), el gringo loco sesentón se quedó hasta el día siguiente parado en el balcón vestido completamente de G.I. joe, camuflado de pies a cabeza, con los brazos cruzados en el pecho, y mirando alrededor a su ejército imaginario con aire de victoria....que viaje.
Creo que me veo bastante cuerda viviendo aquí. Es por todo esto y el mar, que amo mi vida este extraño lugar.